mormon-missionaries-men“Siempre recuerdo dos jóvenes varones que sirvieron en mi misión.  Uno era una superestrella.  Era educado.  Era brillante.  Era rápido.  Era un poquito arrogante.  Tuvimos otro que era un pintor de carteles.  Él venía de una tienda de carteles, con muy poca educación, pero sabía sus insuficiencias y confiaba en el Señor.  Cuando él oraba, usted sabía que él estaba hablando con el Señor.  No era un asunto de rutina, era una conversación y ese joven logró maravillas mientras el otro joven la pasaba bien.  El poder que estaba en uno y la ausencia de poder en el otro era tan visible.  Clamen al Señor.  Él ha extendido la invitación y Él dará respuesta”.

(Conferencia Regional Smithfield/Logan, sesión de líderes del sacerdocio, 20 abril 1996).