“Hoy, un siglo y medio después de su primera publicación [el Libro de Mormón] es más ampliamente leído que en ningún momento de su historia… Su atractivo es eterno como la verdad, tan universal como la humanidad. Es el único libro que contiene dentro de sus cubiertas una promesa que por poder divino el lector puede saber con certeza de su verdad. Su origen es milagroso; cuando el relato de ese origen se cuenta a alguien no familiarizado con él, es casi increíble. Pero el libro está aquí para ser sentido, tocado y leído. Nadie puede cuestionar su presencia. Se ha demostrado que todos los esfuerzos para explicar su origen que no sea el relato de José Smith, no tienen fundamento. Es un registro de América antigua. Es una escritura del Nuevo Mundo, tan absolutamente como la Biblia es la escritura del Antiguo Mundo. Cada uno habla del otro. Cada uno lleva consigo el espíritu de inspiración, el poder para convencer y convertir. Juntos vienen a ser dos testigos, mano a mano, de que Jesús es el Cristo, el Hijo resucitado y viviente del Dios viviente”.
(“‘An Angel from on High, the Long, Long Silence Broke’” – Un ángel de lo alto el largo, largo silencio rompió, Ensign, revista en inglés, Noviembre 1979, pp. 7-8.)
Que era muy paciente, amaba mucho a nuestro Salvador y trabaja ferviente en su obra.