“Agradezco a mi Padre Eterno por la restauración del sagrado sacerdocio, que ‘todo hombre hable en el nombre de Dios el Señor, el Salvador del mundo’ (D. y C. 1:20).He visto la belleza y la maravilla de ese sacerdocio en la forma de gobernar de esta extraordinaria iglesia.He sentido su poder a través de mí al bendecir y sanar al enfermo.He visto el ennoblecimiento que ha logrado en el hombre humilde que ha sido llamado para tan grande y seria responsabilidad. Lo he visto cuando ellos han hablado con poder y autoridad de lo alto como si la voz de Dios estuviera hablando por medio de ellos”.
(”Mi Testimonio,” Ensign-revista en inglés, Noviembre, 1993, p. 52)
Recent Comments