Ahora, cuando miramos retrospectivamente 177 años a la organización de la Iglesia, nos maravillamos de lo que ya ha pasado. Cuando la Iglesia se organizó en 1830 habían sólo seis miembros, solamente un puñado de creyentes, todos viviendo en una villa desconocida por mucho tiempo.Hoy en día, nos hemos convertido en la cuarta o quinta iglesia más grande en Norteamérica, con congregaciones en cada ciudad de diferente envergadura.Las Estacas de Sión hoy florecen en cada estado de los Estados Unidos, en cada provincia de Canadá, en cada estado de México, en cada nación de Centroamérica y por toda Sudamérica.
Se hallan congregaciones en todas las Islas Británicas y Europa, donde miles se han unido a la Iglesia a través de los años.Esta obra ha llegado a las naciones Bálticas y más allá a Bulgaria y Albania y otras áreas de esa parte del mundo.Llega a través de la vasta área de Rusia.Llega a Mongolia y hacia abajo a todas las naciones de Asia a las islas del Pacífico, Australia, y Nueva Zelanda, y hacia India e Indonesia.Está floreciendo en muchas de las naciones de África.
Nuestras conferencias generales se transmiten vía satélite y otros medios en 92 diferentes idiomas.
Y éste es sólo el comienzo.Esta obra continuará creciendo y prosperando y se movilizará por toda la tierra
Fuente: “La piedra cortada del monte”, La Liahona, Nov. 2007, sesión del domingo por la mañana
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