“La Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoles, llamados y ordenados para poseer las llaves del sacerdocio, tienen la autoridad y responsabilidad para gobernar la Iglesia, para administrar sus ordenanzas, para exponer su doctrina, y para establecer y mantener sus prácticas.Cada hombre que es ordenado Apóstol y sostenido como miembro del Consejo de los Doce es sostenido como profeta, vidente y revelador.
…Todos los miembros titulares del Quórum de la Primera Presidencia y del Consejo de los Doce han recibido las llaves, derechos y autoridad perteneciente al santo apostolado… Y ahora cito esto otra vez de la palabra del Señor: ‘Y toda decisión que tome cualquiera de estos quórumes se hará por la voz unánime del quórum; es decir, todos los miembros de cada uno de los quórumes tienen que llegar a un acuerdo en cuanto a sus decisiones, a fin de que éstas tengan el mismo poder o validez entre sí,’ (D. y C. 107:27).
Ninguna decisión emana de las deliberaciones de la Primera Presidencia y los Doce sin total unanimidad de todos los involucrados.Al principio de los asuntos considerados, puede haber diferencias de opinión.Deben esperarse.Estos hombres provienen de diferentes ambientes.Son hombres que tienen un pensamiento propio.Pero antes de que se llegue a una decisión final, llega una unanimidad de mente y voz.Esto se espera si se sigue la palabra revelada del Señor.Otra vez cito de las revelaciones: ‘Las decisiones de estos quórumes, o cualquiera de ellos, se deben tomar con toda rectitud, con santidad y humildad de corazón, mansedumbre y longanimidad, y con fe, y virtud, y conocimiento, templanza, paciencia, piedad, cariño fraternal y caridad; porque existe la promesa de que si abundan estas cosas en ellos, no serán sin fruto en cuanto al conocimiento del Señor’ (D. y C. 107:30-31).
Añado a modo de testimonio personal que durante los veinte años que serví como miembro del Consejo de los Doce y durante los casi trece años que he servido en la Primera Presidencia, nunca se ha tomado una decisión importante donde no se observara este procedimiento… De este mismo proceso de hombres que expresan sus pensamientos con franqueza resulta un filtrado y selección de ideas y conceptos.Pero nunca he observado una seria discordia o enemistad personal entre mis Hermanos.Más bien, he observado algo bello y extraordinario – el llegar juntos, bajo la influencia directora del Espíritu Santo y bajo el poder de revelación, de puntos de vista divergentes hasta que hay total armonía y completo acuerdo… No conozco ningún otro órgano gubernamental de ningún tipo del cual se pueda decir esto…
(”God is at the Helm,” “El Señor está al mando” Ensign-revista en Inglés, Mayo 1994, pp. 54, 59.)
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